En conclusión, el biocomercio representa una valiosa oportunidad para promover el desarrollo sostenible mediante el uso responsable de los recursos biológicos. Sin embargo, su implementación efectiva requiere un enfoque cuidadoso en la bioseguridad y la gestión de riesgos. La bioseguridad, al proteger la salud humana, animal y ambiental, y al prevenir la introducción de agentes patógenos y especies invasoras, juega un papel crucial en la preservación de la biodiversidad y la integridad de los ecosistemas. Complementariamente, la gestión de riesgos aborda los desafíos socioeconómicos y ambientales, asegurando que el biocomercio beneficie equitativamente a las comunidades locales y contribuya positivamente a sus medios de vida.
Para avanzar hacia un biocomercio verdaderamente sostenible y ético, es fundamental que los actores involucrados, desde las comunidades locales hasta los organismos reguladores y las empresas privadas, colaboren en la implementación de prácticas responsables. Esto implica adoptar estándares de bioseguridad rigurosos, realizar evaluaciones de riesgos comprehensivas y asegurar un manejo transparente y equitativo de los beneficios generados. Solo así podremos aprovechar plenamente los beneficios económicos del biocomercio mientras se protege y conserva la rica biodiversidad del planeta para las generaciones futuras.
Pareja, E. I. (2018). bioseguridad y biodiversidad. Obtenido de https://www.ugr.es/~eianez/Biotecnologia/biodiversidad.htm#:~:text=Dentro%20de%20las%20repercusiones%20ambientales,las%20especies%20silvestres%20o%20cultivadas.
Autor: Johao Changoluisa
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