En los seis años de Gobierno de Rafael Correa se ha repetido sistemáticamente que el Ecuador no firmará Tratados de Libre Comercio ni con Estados Unidos ni con la Unión Europea. El grupo ecuatoriano se ha levantado de las mesas de negociaciones alegando que quiere acuerdo sí, pero de desarrollo
La política comercial fue reducida a una oficina de la Cancillería. Su prioridad no ha estado en cómo dinamizar las exportaciones para mejorar sus balanzas comerciales y de pagos. Por el contrario, ha priorizado acuerdos con los que el Gobierno se ha sentido bien ideológicamente.
Así, el Ecuador ha denunciado tratados de inversión y reclamado la creación de organismos regionales en caso de que las empresas que han invertido en el país y que se han ido intenten presentar demandas en foros internacionales como el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, adscrito al Banco Mundial.
Todos esos acuerdos comerciales son saludables, porque mientras más mercados abra el país mayores oportunidades hallarán las pequeñas, medianas y grandes empresas para exportar sus productos, dinamizar la economía, generar nuevos empleos, dar mayores aportes al fisco..., pero ello no puede significar el descuido de sus principales socios comerciales.
Estados Unidos y la Unión Europea siguen siendo los principales socios comerciales del país y si por una mala maniobra llega a perderlos el impacto en la economía se asemejará a un pequeño tsunami.
La importancia de Estados Unidos para Ecuador como principal socio comercial, ha ido incrementando con el paso de los años. Del total de las exportaciones ecuatorianas hacia el mundo, el 37% representaban al mercado estadounidense en el 2001, mientras que en el 2008 representan casi un 50%. El 99% de las exportaciones ecuatorianas hacia los Estados Unidos entran bajo preferencias ATPDEA, SGP o por regulaciones OMC, que lo libera del pago de aranceles. El comercio bilateral entre los dos países ha tenido un crecimiento del 44.32% con respecto al año 2007.
Conclusión
Hasta ahora tenemos país de productores, consumidores, intermediadores, productos, tierra y agua, y que durante años no se han aplicado cambios; los productos son los mismos, consumidores no exigen, el crédito engorroso. Por esta razón, el eje central del Plan del Buen Vivir para el próximo período es el cambio de matriz productiva
Una matriz productiva está determinada por la estructura de los sectores de la producción de bienes y servicios, organizada en función de la importancia relativa que cada sector tiene en el desarrollo nacional, para generar: inversión, producción, empleo, invención, innovación y exportaciones de bienes, servicios y tecnología.
Sebastian Duque